Add parallel Print Page Options

»Yo, Nabucodonosor, gozaba en mi palacio de tranquilidad y prosperidad. Pero tuve un sueño que me espantó, y mientras yacía en mi lecho, las imágenes y visiones que pasaban por mi cabeza me dejaron perturbado. Por eso mandé que se presentaran ante mí todos los sabios de Babilonia, para que me dieran a conocer la interpretación del sueño.

Read full chapter